Posts

Showing posts from 2018

Feminismo cósmico | Hilda Sotelo | TEDxBlvdTeofiloBorunda

Image

Dual

Gurú: Años  después el diálogo te es devuelto. Te explicas perfectamente. No hay mensajes pacifistas en ti, se agotaron. Has comprendido que la carroña tiene derecho a existir. El maestro te lo advertía entre besos, ¿recuerdas? Tu cuerpo en clase se contoneaba constante. Tus ojos se escurrían para no enterarte de ti misma, habías enloquecido de dolor, lo sé. La capacidad de desdoblamiento fue la que te salvó en varias ocasiones. Gracias a sus constantes separaciones del cuerpo pudo Ud encontrar el camino hacia el río. No sabe cuánto la respeto pero antes tendrás que enterarte de lo que habías negado. El arroyo fue testigo de sus imágenes, desfilaron lentamente. Sus manos, el maestro, las víboras, el pantano, el salón de clase, tu gemela, la carta, el perro, las cadenas. Estabas aterrada cuando recién te descubriste, la culpa te asfixiaba. Tus manos alucinaban blancura. El reflejo en el arroyo la obligó a recordar su época de aprendizaje, la universidad. Los fríos planes de vestir el

UTEP: The 3rd Annual Queering Our Classrooms: Intersectionality, Identities, and Learning for Our Lives

Image
Sponsored by (A-Z): Department of Art Department of English Doctoral Women Organization (DWO) Ethnography of Languages, Literacies, and Learning (EL3) Lab Graduate School Office of University Relations Physics Department Student Engagement and Leadership Center (SELC) United Teacher Education Doctoral Students (UTEDS) Women’s and Gender Studies Program

Pensamientos sueltos sobre mi madre

Re escribiendo mis heridas, mi madre ¿Qué puedo hacer con un corazón vacío? Hace varios años soñé a mi madre, vi claro mi mano traspasando su pecho, ella estaba serena. Desperté aliviada pense que aquello era solo una pesadilla; y nada, a partir de entonces, mi madre empezó a desarrollar agrandamiento de corazón y yo opresión en el pecho debido a la depresión y al reflujo por haber tragado tanta pena. Las cosas del corazón no van en orden. El corazón no se deja controlar, ni manipular, es libre, late, sabe de sus huellas. El corazón herido, camina despacio, como la serpiente, fría se muda debajo de la tierra, repta para no morir. Camina lento, se redefine, dice que no siente, piensa que está en otra parte. Busca causas que lo enciendan, busca en qué confiar, creer. Busca. Busca. Lo encuentran. Lo redefinen. Le mandan cartas. Lo intervienen. No muere. Hace varias semanas atendí un retiro budista, ahí tuve la certeza de que mi único retiro durante toda mi vida habían sido mis padres

Cierto

Han pasado 13 años desde que mi ex novio me obligó a abortar a las cinco semanas de gestación. Han pasado 7 años desde que me responsabilicé de mi acto. Cierto. Fui víctima del destructor de sueños, el delincuente que prefirió un auto nuevo a tener un bebé. ¿En qué cabeza cabe? Decía mi mamá. Cabe en el cerebro del depredador que piensa que la vida le pertenece, pero no, no, en cuanto gestamos no siento que esa nueva vida sea propia, la llevas compasivamente en el vientre, y es precisamente eso, el amor de madre, la compasión, una de las lecciones de vida a aprender. Cierto, el mundo está sobre poblado. Cierto, soy dueña de mi cuerpo y solo yo sé a quién admito ahí. Dicen que pasar el límite es la locura, cierto, crucé mi límite cuando vi salir el producto de apenas cinco semanas. Fue en dos ocasiones, la segunda vez, el límite fue el cielo. Desarrollé el amor "raro" el universal, amaba todo a mi paso, entregaba mi posibilidad, dones y visiones en medio de la guerra en Ciuda

De noche busco a Elena

De noche canto, ta-ra-ri-tas "Me gustaría convertirme en lluvia para evitar la pena de llorar, Elena". Me siento fuera de lugar y escribir es lo único que atino, evoco los días pasados cuando recuerdo transitar en autobús a mi casa natal; recuerdo pasar por ahí infinidad de veces. La memoria vivía, pienso sorprender a mi sobrina con algún regalito navideño, es un cuaderno de raya y en la portada viene una Barbie que nunca tuve. Quiero iniciar el acorde del perverso y sufrido violín; qué peligroso es no encontrar en el tiempo el consuelo. Hace horas pensaba irme a Canadá, luego llegaron a mí la parvada de tres cruces en Las Cruces NM cuando circulaba con Cecilia Pego; platicamos ensordecidas sin materia. –He soñado el águila, me quiero ir a Alberta Canadá a estudiar. -Estás buscando el pico más alto para renacer Apenas terminó de decirme cuando mi auto se detuvo en la esquina, frente a la catedral; tres grandes cruces me encerraban el destino. –Yo no quiero sufrir ni rei